Visión Digital House

Los Millennials, ante una coyuntura espectacular

Estos jóvenes -que han crecido de la mano de Internet, las redes sociales y los dispositivos móviles- pueden dar un salto profesional excepcional si cuentan con conocimientos digitales con fines laborales.

Conocidos también como la "Generación Y", los Millennials son aquellos que nacieron entre 1980 y 2000. Si bien cada caso es particular, a la hora de englobar las características de estos jóvenes, se dice que a diferencia de las generaciones anteriores, usan masivamente las redes sociales y crecieron utilizando tecnologías digitales para un sinfín de tareas.

El 45% de la fuerza laboral actual en la Argentina nació entre 1980 y 1995, y este fenómeno hace que muchas empresas se pregunten cómo hacer para motivar y retener a estos jóvenes que son vistos por muchos como individuos a los cuales no les gusta trabajar todo el día en una oficina frente a una computadora ni recibir órdenes de una persona solo porque es el jefe. Así es como algunas incorporan beneficios tales como pases gratis al gimnasio, clases de yoga, días de vacaciones adicionales y encuentros informales para estrechar los vínculos entre los colaboradores.

Sin embargo, más allá de las ventajas que se les ofrece, la clave está en entender que los Millennials no son “bichos raros”, simplemente han crecido en un contexto diferente que hace que tengan nuevas formas de encarar la vida y tengan la necesidad de diferenciarse de los mayores. Por todo esto, no hay que tenerles miedo ni acercarse a ellos de una manera interesada. Desde siempre, los adultos ven con otros ojos a las generaciones que le siguen. Como ejemplo, por el año 350 A.C el filósofo Sócrates ya pronunciaba frases como “los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros”.

Qué pueden hacer los Millennials

Como la Generación Y creció junto con el desarrollo de Internet, las redes sociales y los dispositivos móviles, es comprensible que ellos hagan un uso intensivo de estas herramientas y reconozcan que no tiene sentido que para ocupar determinadas posiciones sea necesario cumplir con ciertas condiciones de trabajo que resultan inflexibles. Además, gracias a estas soluciones tecnológicas, quien sepa dominarlas no como usuario, sino como programador, puede acceder a un universo de oportunidades profesionales tanto como emprendedor o como miembro de una corporación de cualquier industria y tamaño.

A diferencia de quienes nacieron años atrás, estas personas pueden combinar mejor su vida personal y laboral porque quien sabe programar puede hacerlo desde cualquier parte del mundo. Las organizaciones están atravesando su transformación digital y necesitan más que nunca a perfiles con habilidades digitales, ya sea que sepan escribir código como saber analizar las métricas que abundan en el mundo online para aplicarlas a las estrategias de negocio.

En este sentido, si bien las universidades ofrecen una capacitación profunda sobre aspectos que tienen que ver con las ingenierías y las ciencias de la computación, también hay otros recursos, como los cursos cortos de programación web y de aplicaciones, que le permiten al alumno adquirir todos los conocimientos indispensables para ser productivos desde el primer día de trabajo. Lejos de ser una moda, se trata de una tendencia que está creciendo exponencialmente en España, Inglaterra, Estados Unidos y Canadá, donde la cantidad de egresados se multiplica año tras año. Estas capacitaciones inmersivas se presentan como la puerta de entrada para que en pocos meses una persona aprende a programar, sienta si le gusta o no este campo de acción, y pueda dar sus primeros pasos como coder.

Las organizaciones necesitan talentos digitales tanto en sus oficinas como de manera remota. Los usuarios están ávidos de consumir soluciones digitales que les aporten valor y les simplifiquen la vida. Quienes aprovechen esta ola digital están ante enormes oportunidades de desarrollo profesional y personal, ya que como se trabaja, se vive. Y viceversa.